Dentro de la familia de los Aztecas de la Universidad de las Américas-Puebla encontramos al coach Robert Peay, procedente de Phoenix, Arizona y quien entra en su octava temporada como coordinador defensivo en el programa de Aztecas UDLAP y quien también tiene el cargo de coordinador académico. Ambas partes fundamentales en el programa verde, nos relata cómo es para él su trabajo, lo más significativo y apasionante de trabajar en un programa como lo es Aztecas.

Empezando con un poco de su historia, su carrera universitaria la realizó en Hastings College, universidad ubicada en el estado de Nebraska en los Estados Unidos. Él sostiene una relación desde la preparatoria con coach Eric Fisher, quien fue su coach.  A partir de ahí se generó una amistad que hasta la fecha sigue vigente.  Es entonces en el 2006 cuando coach Fisher es contratado para ser head coach en el American School Foundation de la ciudad de México. Y fue entonces, que invita a Robert para ser su coordinador defensivo, etapa que duró 3 años.  Posteriormente, cuando coach Fisher es contratado para dirigir a la tribu verde, coach Peay se mueve a Cholula con él para formar parte del staff de coaches de este programa.

Coach Peay platica que no es fácil tomar la decisión de mudarse de un país a otro, pero gracias a que es una persona abierta y dispuesta a vivir nuevas experiencias, la decisión no fue difícil de tomar. Aunque el choque de culturas no fue tan duro; la parte de aprender el lenguaje si lo fue un poco, pero ya con los años y conviviendo con las personas de aquí lo ha aprendido muy bien.

“Me gusta mucho la cultura de la familia que se tiene aquí, el sentido de pertenencia a esta y el orgullo que se tiene de ella”. Por otro lado, un punto que sale a relucir cuando los extranjeros hablan de aspectos “negativos” de la cultura mexicana es la impuntualidad.  Respecto a esto, él dice que, en su país, son muy puntuales y le frustra un poco la consideración de tiempo que se tiene aquí, pero dice que esto es algo que se trabaja mucho en el programa con los jugadores, es parte del “Quest for Greatness”, siempre estar a tiempo y hacer de tu tiempo un aliado, no un enemigo.

Gracias a las experiencias que ha tenido como coach, es muy importante su participación dentro del equipo.  Tiene la percepción de padre de familia, de estudiante, de entrenador, de extranjero, de haber jugado futbol en una universidad a un buen nivel en Estados Unidos.  Pudiendo así, compartir estas experiencias y aplicarlas en su actual puesto.

“Ayudo a los jugadores a crecer para que sean Hombres de Honor”, como lo dice nuestro “Quest for Greatness” lo cual, es sumamente importante para nosotros.  Para mí, lo más importante es ayudar a que los jugadores crezcan como personas” menciona Robert. A lo cual, agrega: “Mi aportación más importante es traer aquí la filosofía de lo que estamos haciendo y por qué lo estamos haciendo”.

El Staff de coaches está formado por 3 nacionalidades: estadounidenses, mexicanos y un brasileño lo cual, comparte la visión global e internacional de la UDLAP brindando riqueza al programa y enseña a los jugadores a ser más abiertos, a tener la capacidad y tolerancia para trabajar con gente de diferentes partes del mundo e invita a probar cosas nuevas.  Una de las cosas que esta diversidad enseña a los atletas, según coach Peay, es el ser proactivos. A que busquen nuevas oportunidades por sus propios medios, en vez de esperar a que estas lleguen a ellos.  Abriéndoles nuevas posibilidades y expandiendo su visión en la vida.

El mayor logro de Robert como coach, no son sólo los campeonatos nacionales obtenidos, es ver a los jugadores ya realizados.  Ver a cada uno de los jugadores que ellos han reclutado, graduados, desarrollados profesionalmente, trabajando y con familia, es la parte que le da más satisfacción y lo enorgullece mucho. “Siempre le digo a mi esposa: yo tengo el trabajo más divertido y más padre de todos: soy coach de futbol americano, siempre estoy cerca de jóvenes estudiantes, les ayudo en su desarrollo y en la parte académica también. Hablo con los papás, con los profesores y con otra gente, siempre con el propósito de ayudar personas y eso es lo que más me gusta”, cuenta coach Peay.

Él está muy orgulloso de trabajar en la UDLAP y siente que ha recibido el debido apoyo por parte de esta. Consciente de que es mucha responsabilidad, el objetivo del programa es de graduar a todos los jugadores reclutados. Por esto su coordinación académica es parte fundamental.  Esto no le impide que disfrute mucho su trabajo y que piense que es muy grato formar relaciones con todos los jugadores egresado que van a durar toda la vida.

México y la UDLAP se han convertido en su casa, y él está muy a contento en el país. Siempre con muchas ganas de trabajar, el coach Robert Peay es una inspiración para todos. Transmite y contagia la pasión que tiene por su trabajo, y ese sentimiento es el que ayuda a las personas a su alrededor a dar lo mejor de sí cada día para contribuir en la vida de otras personas, mejorando e impactando en el entorno de una forma muy positiva.

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